"Desde una perspectiva humanista, los criminales y corruptos pueden redimirse por medio de la reflexión, la educación, e incluso terapia psicológica, sin renunciar desde luego por la seguridad de la sociedad y por motivo de la justicia, a la posibilidad de sanciones como la privación de la libertad”. Extracto de uno de los puntos de un folleto llamado Guía ética para la Transformación de México
En tal documento sugiere a los victimarios o delincuentes causantes de algún delito, pedir perdón a las víctimas "para que liberen sus culpas”. Y que las personas que han sido objeto de las acciones delictivas de sus victimarios otorguen el perdón. En un acto de bondad y comunión cristiana.
Sin detenernos en la mala definición e interpretación de los autores de esta guía, respecto al concepto de ética -como lo define Adolfo Sánchez Vázquez, ética: es una teoría, investigación o explicación de un tipo de experiencia humana o forma de comportamiento de los hombres: el de la moral, pero considerando en su totalidad diversidad y variedad. El valor de la ética, como teoría está en lo que explica y no en prescribir o recomendar con vistas a la acción en situaciones concretas- ahora resulta que ya tenemos la nueva versión de los Diez Mandamientos cristianos a la mexicana, corregidos y aumentados al doble, porque en la Guía tendremos 20.
Los 20 mandamientos de AMLO parecen como una mala broma de humor negro en medio de todo lo mal que vivimos, que además su edición, producción y distribución, le costará al erario millones de pesos, que bien se podrían destinar al Sector Salud que se requieren para hacer frente a los efectos de la pandemia del coronavirus, de la cual ya rebasamos los 105 mil muertos por la mala política en materia de salud por parte del Gobierno federal. A esta cruel broma, se suman los presuntos apoyos a los que murieron por coronavirus, con 11 mil pesos a los deudos. Nada más falta que el gobierno de la 4T, exija que para recibir los apoyos, tienen que recogerlos directamente los afectados sin intermediarios.
Un verdadero pitorreo para todos los mexicanos que han perdido a sus seres queridos por los estragos de la pandemia, que perdieron su empleo y viven a diario la estrechez económica para llevar el pan a la casa. De qué sirven los 20 mandamientos de AMLO a nuestros hermanos tabasqueños, sobre todo, los más pobres, que llevan semanas con el agua hasta el cuello, que han perdido sus cosechas, sus animalitos, sus casas, su empleo; con problemas de enfermedad y muerte. ¿Basta con que el presidente del país pida perdón a sus paisanos por su decisión de descargar el agua de las presas de aquella entidad en la zona baja de Tabasco, para que se inundaran las comunidades indígenas y pobres?
AMLO creerá que con sus 20 Mandamientos detendrá las ambiciones insanas e inmorales de sus amigos explotadores y neoliberales de Carlos Slim, Zambrano y Salinas Pliego. Que detendrá la corrupción de sus funcionarios como Manuel Bartlett o Ana Guevara. O los pleitos entre sus correligionarios en esta "temporada de zopilotes&rdquo, cuando se andan pelando por las candidaturas a puestos de elección popular para las elecciones del 2021. Habrá que ver.
La Guía de AMLO nos está llevando a un despeñadero, a un México sin futuro ni esperanza. La única alternativa hoy como nunca, es la unión y organización de los trabajadores, los productores de la riqueza del país, conscientes de sus intereses y de su papel en la historia para llevar a nuestro país a puerto seguro.
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